
Tras estas palabras se esconde algo que tal vez sea uno de los secretos de la civilización. Nuestra cultura, como las anteriores, es el resultado de una posición ante la vida. Así concibes el mundo, así lo diseñas en la mente, así lo imaginas en el alma... y así se manifiesta en la materia. Esta pauta fundamental de la creación artística nos conduce ante la paradoja de nuestro tiempo: el mundo es el resultado de lo que hemos pensado. Si no nos gusta, sólo tenemos que echar este cuadro deforme al río, sacar un lienzo nuevo y comenzar a pintar... o a esculpir, componer, escribir, cantar, danzar... El arte irá materializando nuestros sueños y ofreciendo puntos de referencia a las conciencias de nuestros contemporáneos. Como Edipo ante la Esfinge, preguntemos al Arte que puede hacer por la humanidad, y qué podemos hacer nosotros si somos sus manos.
(Imagen: Edipo ante la esfinge (1808), de J. Auguste Dominique Ingres. Neoclasicismo francés. Museo del Louvre, París)
N.S.
Gracias por crear una puerta a la reflexión a través del arte. Que el futuro te depare muchos seguidores por la belleza de tus palabras y la profundidad de tus ideas... yo soy el primero.
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