Naty Sánchez Ortega
Los antiguos egipcios hicieron muchos regalos al patrimonio de la humanidad: las grandes pirámides de Guize, serenas y majestuosas, desafiando a la eternidad; los elegantes templos clásicos, símbolos pétreos de la creación del mundo; las estatuas vivas de hombres y dioses, con su hierático semblante; los jeroglíficos, siempre enigmáticos y siempre encantadores, llenos de posibilidades... Todo eso y mucho más nos llega día tras día de las orillas del Nilo,
Los antiguos egipcios hicieron muchos regalos al patrimonio de la humanidad: las grandes pirámides de Guize, serenas y majestuosas, desafiando a la eternidad; los elegantes templos clásicos, símbolos pétreos de la creación del mundo; las estatuas vivas de hombres y dioses, con su hierático semblante; los jeroglíficos, siempre enigmáticos y siempre encantadores, llenos de posibilidades... Todo eso y mucho más nos llega día tras día de las orillas del Nilo,